Exploring Feminine Identity Construction in Classic Literature

la construcci n de la identidad femenina n.w
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Delve into the construction of female identity in classical literature as discussed by Begoña Souviron López from the University of Malaga. Learn about the rejection of metaphysical dichotomies by authors like Toril Moi and Rosa María Rodríguez Magda. Discover how feminist criticism, gynocritics, and genealogy play crucial roles in analyzing gender identity and power dynamics in literary works. Explore the significance of discourse and meanings, as well as the voices and portrayals of women in classic texts.

  • Feminine Identity
  • Classic Literature
  • Gender Analysis
  • Feminist Criticism
  • Identity Representation

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  1. La construccin de la identidad femenina en la literatura cl sica. Bego a Souviron L pez Universidad de M laga

  2. Fundamentos - Toril Moi, Sexual/ Textual, (2008), rechaza la dicotom a metaf sica entre masculino y femenino. No es la condici n biol gica sexual de la persona, sino la posici n que sta asume respecto a la manera de expresarse como sujeto, lo que determina su potencial revolucionario. - Rosa Mar a Rodr guez Magda, El placer del simulacro, (2005), en el contexto referencia de la arqueolog a del saber foucaultiana , defiende que no es posible acercarse a la Historia de las mujeres desde la premisa de un estado de la cosas perpetuo y que las mujeres tienen que defender su posici n en un mundo donde predomina el discurso androc ntrico.

  3. Elaine Showalter, Teaching literature, (2003) La cr tica feminista (Gynocritics) es ideol gica pues busca diferentes maneras de leer e interpretar los textos identidad de las mujeres en la representaci n, imaginaria y simb lica. Sobre todo el discurso del Amor y las reivindicaciones de las mujeres en materia de educaci n son los mbitos literarios en los que podemos ver proyectada esta identidad. para manifestar la

  4. Genealoga en la Construccin de la identidad Podemos hablar tambi n de Genealog a femenina para referirnos a una metodolog a que ofrece maneras de analizar la construcci n de la subjetividad y de la identidad de g nero a trav s de la relaciones establecidas entre la categor as de Poder/ Conocimiento. Responde a un proceso de reconstrucci n de la memoria hist rica, simb lica y cultural, para promover el autoconocimiento y autorreconocimiento de las mujeres con una l gica cuya eficacia se probar frente a los par metros de Impacto y Resonanacia .

  5. El sentido del discurso y sus significados En la l nea de Foucault, Judith Butler, (1990) Gender Trouble: Feminism and the subversion construcci n del sujeto siempre se da dentro de un contexto hist rico y social. De acuerdo con Derrida, mantiene que el significado implica acontecimiento/suceso en un encadenamiento discursivo en el que el sujeto no siempre es due o de sus palabras o actos. La autora reconoce que hablamos en masculino o desde los intersticios de ese discurso, desde los silencios . identity, entiende que la of

  6. Voces y semblanzas Apelar , por una parte, a textos de la literatura cl sica donde las protagonistas expresan sus quejas y reivindicaciones ante el sometimiento en el que viven bajo el dominio de la raz n patriarcal. Estas voces suenan en textos escritos por hombres y, gracias a la modalizaci n (Michael Buttor), podemos interpretarlas hoy dentro de un proceso dial gico (Baktin) Por otra parte oiremos voces de mujeres que prestan su propio testimonio.

  7. Cristbal de Castillejo vs Diego de Valera El contexto dial gico: misoginia y defensa de las mujeres Crist bal de Castillejo (1490-1550) que en sus versos muestra el desprecio ante la mujer: Es raz n/ Que sirvan de lo que son/ como caballos de caza/ o como yeguas de raza/ para la generaci n . Diego de Valera (1412-1488) hace de la defensa de las mujeres cuesti n de amor propio y escribe contra: los que detraen de la femenil naci n nueva secta que rotamente les plase en general de todas las mugeres maldecir

  8. Retrica de la sexualidad La idea de que el sujeto no es una entidad esencial preexistente y que las identidades se construyen implica que en el proceso de construcci n se pueden subvertir o contradecir algunas normas del poder imperante. El sardo Antonio de Lofrasso (1573) en Los diez libros de la fortuna de amor invierte la ret rica del amor/poder con unos versos que expresan antes de tiempo la dial ctica del amo y el esclavo, aunque s lo fuera en mor de la po tica licencia: Sujeto yo ganado y tu pastora/ sujeto yo carvallo y tu freno/ sujeto yo esclavo y tu cruda mora/ sujeto yo tan dulce y tu vele o/ sujeto cuerpo y alma que en ti mora/ con inmortal deseo colmo y lleno/ sujeto en no declarar tu nombre/ sujeto yo mujer y tu el hombre .

  9. Voces peregrinas, pcaras y pastoriles: Gelasia en La Galatea de Cervantes: Del campo son y han sido mis amores;/ rosas son y jazmines mis cadenas; libre nasc , y en libertad me fundo Marcela en el Quijote: Yo nac libre, y para poder vivir libre escog la soledad de los campos. Los rboles destas monta as son mi compa a, las claras aguas destos arroyos mis espejos; con los rboles y con las aguas comunico mis pensamientos y hermosura . Selvagia en La Diana de Montemayor: M s con todo esto no ay m s baxo estado en la vida que el de las mujeres; porque si os hablan bien pens is que est n muertas de amores si callan dezis que son necias As que no est en m s pareceros la mujer buena o mala que en acertar ella a no salir jam s de lo que pide vuestra inclinaci n. Belisa en La tercera parte de la Diana conluye la Cancion de Florisia de La Diana enamorada : Y ans los hombres letrados/con enga osa cautela/ soberbios en sus estados/ por no ser aventajados/nos destierran. de la escuela.

  10. La Lozana andaluza, alcahueta de s misma Sab is, se or, qu he pensado? Que quiz s Dios os ha tra do hoy por aqu . A m me ha venido hoy mi camisa, y quiero ir esta tarde a la estufa, y como venga, que peguemos con ello, y yo desta complisi n, que como yo quiero, luego encajo, y mir , llegar y pegar todo ser uno. Y b steme a m que lo hag is criar vos, que no quiero otro dep sito. Y sea ma ana, y ven os ac , y comeremos un medio cabreito, que s yo hacer apedreado .

  11. Smula La analog a de la mujer con el mal y la enfermedad f sica se consolid en la L gica escol stica. As , en La Universidad de Amor y escuelas del inter s (1642) se argumenta con silogismos contra las actitudes de las bachilleras , que bajo la autoridad de la L gica, frecuentaban esa par dica instituci n. Sus acciones eran comparadas con los oficios que tradicionalmente hab an profesado los jud os. Ambas castas, naci n o secta fueron consideradas perjudiciales , por ser vagos y necesitados de asientos , para el la salud del hombre y la del cuerpo social del estado.

  12. La va asctica de Teresa de Cartagena. Bien es cierto, como reconoce Irigaray, que una mujer sin referentes, sin espejo, dif cilmente puede proyectarse como sujeto, sin embargo en la toma de conciencia de esa carencia, aparece una dispositio discursiva in dita. Teresa de Cartagena, nieta del obispo converso Salomo Ha Lev , confiesa - y ese t rmino es significativo cuando se refiere a personas de linaje judeo-converso- que, hasta abrazar la Fe cristiana, hab a querido solazarse con conversaciones seglares , pero que finalmente abandon ese da oso querer . Perdido el sentido del o do y alejada de la gente y de la casa del Padre , su lengua parlera calla y abandona el deseo mundano para preocuparse por su salud f sica y espiritual recomendando a todos: Paz- Ciencia .

  13. La va iluminativa. Teresa de Cepeda y Ahumada. Teresa de Jes s depende de sus confesores, a los que prefiere letrados , para escribir. No se arredra, al aceptar con falsa modestia la posible inferioridad de la mujer, con tal de sacar a la luz sus ideas, con el estilo m s personal, subjetivo y moderno que se hab a conocido hasta entonces: Para mujercitas, como yo, flacas y con poca fortaleza Ella pone a Dios por testigo en todas su cosas y parece seguir al pie de la letra el consejo del Tercer Abecedario espiritual de Francisco de Osuna, inspirado en Proverbios, 16:3: Examina, vigila, hazte experto y pon a Dios en todas las cosas..

  14. Trasponiendo las fronteras de lo conocido. De Juana de Asbaje a Sor Juana In s de la Cruz Pocas d cadas despu s de que se reafirmara en el Cogito ergo sum el fil sofo Descartes, esta mujer criolla, recluida a voluntad propia en el convento, defiende su espacio de significaci n, que finalmente le ser negado. Situ ndose m s all del lado de lo simb lico, escribe su obra preferida que titula: Primero sue o . All el alma ( piramidal funesta sombra ) inicia un viaje aleg rico en busca del Conocimiento y despierta frente a la imposibilidad racional de alcanzarlo. Parece que estamos ante la r plica del alma son mbula de San Juan que, por la v a iluminativa en una noche oscura, escapaba en secreto en busca delAmado.

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