Filología Hispánica Teóricos Unidad 1.2 Clase 2 with Prof. Juan Antonio Ennis

filolog a hisp nica te ricos unidad 1 2 clase n.w
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Explore the fundamentals of linguistics in the Spanish language through a detailed examination of language as a system, social phenomenon, and historical artifact. Delve into key theories by Saussure, Labov, and Bourdieu, shedding light on the interdisciplinary nature of language studies in the 20th century.

  • Linguistics
  • Spanish
  • Language Studies
  • Saussure
  • Bourdieu

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Presentation Transcript


  1. Filologa hispnica Te ricos unidad 1.2 Clase 2 PROF. JUAN ANTONIO ENNIS LUNES 27 DE ABRIL DE 2020

  2. Preliminares Anuncios: cronograma de te ricos en MAYO y formas de evaluaci n disponible para la PSE y descarga de contenidos (se subir n documentos al CAMPUS).

  3. Contenidos U 1.2: Qu es una lengua? La pregunta por el objeto: la lengua como sistema, como hecho social, como artefacto discursivo y producto hist rico. Repaso de la concepci n saussureana de la lengua como objeto de estudio cient fico. Labov y la lengua como hecho social: el lugar de la socioling stica en las ciencias del lenguaje del siglo XX. Pierre Bourdieu: econom a y pol tica de las lenguas. La lengua en la historia: qu es una lengua para una historia pol tica.

  4. Bibliografa obligatoria Bibliograf a obligatoria Bourdieu, Pierre (1985). La producci n y la reproducci n de la lengua leg tima , cap. 1 de Qu significa hablar. La econom a de los intercambios ling sticos. Madrid: Akal, p. 17-39. Del Valle, Jos (2015). Lenguaje, pol tica e historia: ensayo introductorio , en Historia pol tica del espa ol. La creaci n de una lengua, Madrid, Aluvi n, pp. 3-23. Heller, Monica (2019). Sociolinguistic Frontiers: Emancipation and Equality . Items. Insights from the social sciences. Recuperado de: https://items.ssrc.org/sociolinguistic- frontiers/sociolinguistic-frontiers-emancipation-and-equality/ [traducci n de la c tedra]. Labov, William (1983). La base social del cambio ling stico , cap. 9 de Modelos socioling sticos. Madrid: C tedra, pp. 325-400. de Saussure, Ferdinand (1945). Curso de ling stica general, Buenos Aires, Losada, trad. de Amado Alonso, varias ediciones desde 1945. Introducci n, cap tulos I a III.

  5. Por qu estos textos Lugar de la socioling stica en la configuraci n de una respuesta a la pregunta por la lengua en el siglo XX. La socioling stica cuya cristalizaci n moderna se encuentra muy bien representada por el trabajo inicial de William Labov (1972) y Peter Trudgill (1974) identific la variaci n como un fen meno central en el lenguaje y recuper pr cticas ling sticas reales el locus de la variaci n de la posici n perif rica a la que las hab a relegado Saussure (ver nota 1). La nueva disciplina tambi n encontr una correlaci n esencial entre categor as sociales tales como edad, g nero, educaci n o situaci n, y la sistematicidad de la variaci n; un avance que devolvi el contexto a un lugar prominente en la investigaci n ling stica. A partir de este punto, habiendo definido el lenguaje como variable y la variaci n como sistem tica, la socioling stica se comprometi con una descripci n precisa de la heterogeneidad por medio de m todos emp ricos y cuantitativos. (Del Valle, 2015: 10)

  6. Labov, Modelos sociolingsticos Cuesti n del modelo en la ling stica del siglo XX (proximidad de Chomsky) Modelos e instrumental de an lisis: qu va a estudiar la socioling stica y c mo lo har . un objeto que posee una heterogeneidad ordenada (Weinreich/Labov/Herzog 1968: 100) Marca una diferencia con lo que la precede, y sobre todo con las tendencias dominantes (estructuralismo, generativismo): de ah entusiasmos como el de Deleuze/Guattari (1982: 119): toute la question est de savoir si la langue suppos e la m me se d finit par des invariants, ou au contraire par la ligne de variation continue qui la traverse . Afianzamiento de la socioling stica (publicaciones e instituciones que proliferan sobre todo en EE.UU.) Heller 2019: marco de emergencia e internacionalizaci n de la disciplina: proceso de descolonizaci n/Guerra fr a. Contacto y cambio como problemas: percepciones sociales y discurso especializado

  7. Del Valle En un acertado movimiento te rico, la sincron a y la diacron a quedan fusionadas. La variaci n era la esencia del lenguaje y si bien era obvio que no todos los casos de variaci n terminaban en cambio, se evidenci que todos los cambios ten an su origen en el tipo de variaci n cuya meticulosa representaci n hab a sido dise ada por la socioling stica a trav s de m todos que combinaban la gram tica formal, el lenguaje l gico-matem tico (estad stica) y la sociolog a elemental. Una descripci n socio-ling stica del lenguaje no solo ofrec a correlaciones entre formas gramaticales y factores sociales, sino tambi n la instant nea de un sistema que conten a las semillas de su potencial transformaci n. Gracias a este salto te rico y metodol gico, ahora era posible ver el lenguaje en movimiento, y pensar la historicidad del lenguaje, no s lo como evoluci n a lo largo de distintas posiciones en un eje cronol gico vac o, sino como una relaci n din mica con el contexto. (Del Valle 2015: 11)

  8. Lengua y sociedad en la Guerra fra Bernstein, Basil (1961): Social Structure, Language and Learning, Educational Research. Charles A. Ferguson (1959) Diglossia, WORD, 15:2, 325-340 Hymes, D. (Ed.). (1964) Language in Culture and Society: A Reader in Linguistics and Anthropology. New York: Harper & Row. Labov: The Study of Nonstandard English. New York, National Council of Teachers of English. Weinreich, Uriel /Labov, William/ Herzog, Marvin 1968: Empirical Foundations for a Theory of Language Change , en Lehmann, Winfried/Malkiel, Yakov (eds.): Directions for Historical Linguistics, Austin: University of Texas Press. Weinreich, Uriel 1953: Languages in Contact. Findings and Problems, New York: Linguistic Circle of New York (varias reediciones desp es en Mouton y De Gruyter).

  9. El texto (Labov, p. 325) Planteo asocial de la ling stica hist rica, por no hablar de la sincr nica. Prescindencia de lo social en la ling stica revisitada a partir de tres cuestiones: 1. relevancia de las funciones directiva y expresiva del lenguaje (adem s de la comunicativa) 2. Relaci n entre reglas gramaticales y FUERZAS sociales. Funcionalidad o disfuncionalidad de la evoluci n ling stica.

  10. Coordenadas que ofrece el texto El estado de la cuesti n que va armando se articula en dos grupos (social y asocial), en los que se integran desarrollos contempor neos en Europa y EEUU (Chomsky, Martinet) y pasados m s o menos recientes tambi n tanto en Europa como EEUU (Neogram ticos, geograf a ling stica, dialectolog a: Paul, Schuchardt, Delbr ck, Osthoff, Whitney, Bloomfield, otros). La filolog a como OTRO de la ling stica: lo vimos la clase pasada, y aqu ser muy importante para pensar en la naturaleza del objeto de la socioling stica, qu significa aqu la PRUEBA EMP RICA y cu les son los problemas para obtenerla. Esto incluye tanto la introspecci n mencionada en el texto para burlarse de los asociales como la paradoja del informante y la comparaci n entre el cambio en progreso y el cambio ling stico como lo ven a estudiando la ling stica hist rica desde el s. XIX.

  11. Grupo a y grupo b Grupo A, social (Whitney, Meillet, ellos, Gumperz) Atenci n estrica a los factores sociales en la explicaci n del cambio ling stico; Funci n expresiva y directiva, adem s de informativa (cfr. Deleuze) Cambio en curso/mapas dialectales Grupo B, asocial (de H. Paul a Chomsky y Martinet pasando por Bloomfield) Atenci n s lo a factores internos Separan la comunicaci n afectiva o social de la de ideas No atienden ni al cambio en curso ni a la geogr fica de la diversidad dialectal. distribuci n nfasis en la diversidad, el contacto y el modelo de ondas. Objeto: comunidad ling stica homog nea, monoling e (ma tre- talon deleuziano, ver Heller) Modelo del rbol geneal gico como modelo de evoluci n ling stica.

  12. La paradoja Saussureana El primer elemento en el xito del grupo B implica lo que podr amos llamar la paradoja saussureana. Saussure indica que la langue es un hecho social, un conocimiento que posee la pr ctica totalidad de los miembros de la comunidad ling stica. Seg n esto, la langue puede ser detectada preguntando a uno o dos hablantes de un lenguaje, o incluso a s mismo. Por el contrario, la parole indica las diferencias individuales entre hablantes que pueden ser examinadas nicamente en terreno pr ctico, mediante una especie de encuesta sociol gica. As pues el aspecto social del lenguaje puede ser estudiado en la intimidad del propio despacho, mientras que el aspecto individual requerir a una investigaci n social en el n cleo de la comunidad ling stica. [ ] La popularidad de la dicotom a saussureana langue/parole qued a n m s asegurada cuando se transform en la diferencia chomskiana competence/performance (competencia/actuaci n). (333) Hasta los a os 50 no qued demostrado, en virtud de los trabajos de Martinet (1955), Moulton (1962), y Weinreich (1954) el poder te rico, una vez m s, de la ling stica de campo. (334)

  13. Bkos: modelos de comunicacin Con desesperante regularidad volvemos a las familiares islas desiertas habitadas por los n ufragos de experimento puramente imaginario (336) [ ] nos enfrentamos necesariamente a una grave dificultad: la de que contamos con una informaci n demasiado restringida sobre la situaci n de la sociedad en la que se ha producido la mayor a de los cambios ling sticos. [ ] nicamente el estudio del cambio en curso puede proporcionamos soluciones seguras a los problemas del cambio ling stico que tenemos planteados (341).

  14. Principio de uniformidad (!) Labov: Para utilizar este procedimiento, hemos tenido que operar necesariamente bas ndonos en un principio de uniformidad, Postulamos que las fuerzas que act an para producir el cambio ling stico en la actualidad son de la misma categor a y orden de magnitud que las que han actuado en los cinco o diez mil a os pasados. [ ]Efectivamente, hay factores nuevos que han surgido, con el incremento de la alfabetizaci n, la convergencia de las lenguas m s habladas o el desarrollo del vocabulario cient fico. Pero estas representan intervenciones menores en la estructura de las lenguas. (342) Heller: Marco liberal-positivista de la comprensi n de la relaci n entre lengua y sociedad (problematiza justamente la cuesti nde la emancipaci n y la desiguadad: En la medida en que tanto la ling stica llamada prescriptiva (normativa, estandarizadora) como la descriptiva persegu an un sistema de reglas universal y uniforme, ambas llamaron la atenci n sobre aquellos aspectos ling sticos que no encajaban. Precisamente son estos aspectos los que han constituido la preocupaci n central de la socioling stica. Al mismo tiempo, la socioling stica ha perseguido formas similares de modelos o teor as, objetivas y generales, y un posicionamiento similar de distanciamiento experto frente a la materia de an lisis.

  15. 5 problemas (Labov) y lo que subyace 1. constricciones universales 2. localizar la transici n entre dos estadios de un cambio ling stico constituye un problema ling stico intemo. 3. El problema de la inserci n tiene dos aspectos: el cambio se considera como insertado en una matriz de otros cambios (o constantes) ling sticos y adem s como insertado en un complejo social, es decir, en correlaci n con otros cambios sociales. (cfr. Milroy/Lass) 4. La evaluaci n: el de mostrar de qu forma reaccionan los miembros de la comunidad ling stica al cambio en curso, y c mo descubren la informaci n expresiva que las variantes vehiculan. (aqu no hay econom a expresiva que funcione, es otra econom a) 5. El problema de la actuaci n: por qu ha ocurrido tal fen meno en un momento y lugar determinados. (351)

  16. La actuacin Problema de la actuaci n: cambio ling stico como din mica de innovaci n/propagaci n. Milroy: el tema no es por qu cambia una lengua, sino por qu deja de hacerlo. Cu les son los grupos innovadores? Cu les los m s efectivos en esa innovaci n? En el trabajo sobre ese problema es que se puede ver con mayor claridad la complejidad de la pregunta por la arquitectura diasistem tica de la lengua. Son varios sistemas que no necesariamente funcionan siempre del mismo modo (ah es donde puede discutirse el principio de la uniformidad)

  17. Direccionalidades, sujetos, superficies El modelo de an lisis que provee la socioling stica ordena lo observado de acuerdo a determinadas categor as y din micas que conviene observar, y que adquieren nuevos sentidos a la luz de repasos cr ticos como los de Heller (2019): Cambio desde arriba/cambio desde abajo: representaciones sobre lengua, pol tica y sociedad (v lidas para el XIX; XX y XXI) Medios: norma radial (Londres/Nueva York) / Relaci n entre qu es una lengua y cu les son las tecnolog as disponibles (MUY IMPORTANTE para pensar el pasado y el presente) El lugar privilegiado para estudiar el cambio en proceso sigue siendo la fon tica. La comprensi n de este principio demanda una apreciaci n de la diferencia entre el progreso regular de cambio desde abajo en los primeros estadios de un cambio fon tico, y la ulterior correcci n desde abajo que se da cuando el rasgo que cambia llama la atenci n de los que establecen las normas sociales. Si el nuevo elemento (Labov, 364) Contraste con el ling ista abstracto que mira para otro lado por que no considera ling sticamente relevante la variaci n social y homogeneiza (y ah se complica con otras variables que se cruzan con la de las clases sociales)

  18. Lengua y sociedad Labov sabe que la sociedad de clases sobre cuya estructura construye su modelo de an lisis es una hist ricamente situada, la pregunta es si el modelo de an lisis puede superar las constricciones que su propia situaci n en ese mismo contexto le imponen. Esta es una cita interesante para pensar eso: La creaci n de dialectos de clase trabajadora de menor prestigio constituye una pauta de inter s ling stico semejante; comporta dos tendencias ling sticas importantes de los ltimos siglos: el declinar de los dialectos locales y el crecimiento de la estratificaci n vertical del lenguaje (370)

  19. El papel de las mujeres y los nies Aqu est una de las zonas l mite para la comprensi n del car cter situado en la historia del propio int rprete, y hay toda una tradici n para explorar en la ling stica hist rica (luego vamos a ver el caso de Lenz, la hip tesis indigenista y el rol de las nodrizas), que llega hasta el propio Bourdieu (p. 24) Si es cierto que se da una influencia de los padres en el lenguaje temprano de los ni os, la de las mujeres es a n mayor; ciertamente las mujeres hablan a los ni os peque os m s que los hombres y tienen una influencia m s directa durante los a os en que los ni os est n formando reglas ling sticas con m s rapidez y eficacia. Parece probable que el ritmo en la progresi n y en la orientaci n del cambio ling stico deben mucho a la especial sensibilidad de las mujeres respecto al conjunto del proceso. (374) La diferenciaci n de los hablantes seg n el sexo no es, por consiguiente, un mero producto de los factores f sicos, ni una diferencia de las cantidades de informaci n referencial suministradas por los hablantes, sino m s bien una posici n expresiva que se revela como social m s conveniente para un sexo o para otro. (375) Ad n, Eva y la concordancia en las negaciones: El modelo de cambio ling stico est ntegramente montado sobre la interacci n padres-hijos [ ] La dificultad de este modelo es que los ni os no hablan como sus padres. En la mayor a de los casos, que hemos estudiado, o encontrado, los ni os siguen la pauta de sus pares. (375-376)

  20. Lo notable en todos estos casos (ver ltimas pginas) no es que logren demostrar la relevancia de lo social en los procesos de cambio ling stico, sino todo el esfuerzo que una y otra vez debe hacerse para ello. Qu permanece (ver Heller, L mites de la socioling stica / Fronteras socioling sticas ): Finalmente, surge la pregunta por las dos partes del t rmino socioling stica . Parte de esta soberan a nacionalitaria ha dependido de la separaci n entre poblaci n y lengua, entre socio y ling stica .

  21. Heller: Fronteras sociolingsticas Este es el n cleo del problema de la socioling stica tal como la hemos heredado. Al construir toda forma y pr ctica ling stica como universalmente conmensurable, era posible tanto combatir contra jerarqu as racionales y evolucionistas en nombre de la Raz n y la Igualdad, y simult neamente empujar a la marginalidad el problema de las jerarqu as de valor observables. La socioling stica se ha esforzado por explicar por qu estas jerarqu as persisten cuando los argumentos en favor de ellas no tienen ninguna base cient fica. El problema ha sido as excluido al reino de los prejuicios individuales que deben ser erradicados mediante la educaci n. Las preguntas sobre las jerarqu as de valor han permanecido en la periferia del campo, en lugar de ser ubicadas en el centro de aquello de lo que los ling istas necesitamos ocuparnos si deseamos tomar en serio el problema de la emancipaci n y la igualdad.

  22. Crtica especfica a la sociolingstica laboviana El enfoque de Labov emplea una noci n de clase, raza, g nero y edad estructuralista/funcionalista, que ve a estos principios de organizaci n social como hechos sociales dados, no como terrenos de conflict y disputa. Su enfoque central utilizaba t cnicas estad sticas cuantitativas para correlacionar sexo , edad , raza y status socioecon mico (descritos como variables ) con formas ling sticas emp ricamente describibles, espec ficamente con unidades formales que significan lo mismo, como es el caso de las distintas pronunciaciones para la misma palabra, o de distintas palabras para el mismo objeto. Este enfoque vinculaba nociones positivistas tanto acerca de la lengua como de la sociedad, en un esfuerzo por mostrar la sistematicidad de la relaci n, as como la irracionalidad de los juicios de valor que justificaban los v nculos entre raza, clase, lengua y desigualdad en el discurso p blico. Procuraba remediar el conflicto social a trav s de la educaci n en la racionalidad de la lengua, trabajando en aras de un consenso en torno a esta racionalidad, y dejando de lado los cuestionamientos acerca de las razones para devaluar a los hablantes al devaluar sus pr cticas ling sticas. (Heller/McElhinny 2017: 209).

  23. Bourdieu, Qu significa hablar No olvidar que la posici n de Bourdieu con respecto al campo es otra: otra geograf a, otra pertenencia disciplinar, otra lengua, otra tradici n. El punto de partida, si bien conocido, no puede dejar de resultar llamativo: La Sociolog a s lo puede liberarse de las formas de dominaci n que la ling stica y sus conceptos ejercen todav a sobre las ciencias sociales a condici n de hacer patentes las operaciones de construcci n del objeto en que esta ciencia se ha fundado, y las condiciones sociales de producci n y circulaci n de sus conceptos fundamentales (p. 11) Modelo ling stico saussureano de comunicaci n entre palabras que se descifran por un c digo compartido, filosof a intelectualista, esencialista, que desplaza lo que el lenguaje tiene de accci n y poder. (Aqu tambi n hay que considerar el rol de la aparici n de la pragm tica, la notoriedad de Austin y Searle en los 60 Pensar en Derrida)

  24. Bourdieu, Qu significa hablar Pero (lo mismo que sucede al mismo tiempo con Deleuze) la socioling stica laboviana le aportar un insumo fundamental, que no adopta acr ticamente, pero que cambia el panorama por completo. Estructuralismo y generativismo aqu tambi n como contraparte, pero desde una posici n m s perif rica con respecto a la especificidad de la disciplina. 1er presupuesto: competencia chomskyana = langue saussureana De nuevo la met fora del tesoro en la base del problema: fictio juris que convierte las leyes inmanentes del discurso leg timo en normas universales de la pr ctica ling stica correcta. Aqu y tomando a Saussure como ejemplo, se introducir el enmascaramiento del que habla Heller: los ling istas no hacen m s que incorporar a la teor a un objeto pre-construido cuyas leyes sociales de construccci n olvidan y cuya g nesis social enmascaran (p. 18)

  25. La lengua Hablar de la lengua, sin ninguna otra precisi n, como lo hacen los ling istas, es aceptar t citamente la definici n oficial de la lengua oficial de una unidad pol tica: la lengua que, en los l mites territoriales de esa unidad, se impone a todos los s bditos como la nica leg tima [ ] Producida por autores que tienen autoridad para describir, fijada y codificada por los gram ticos y profesores, encargados tambi n de inculcar su dominio, la lengua es un c digo, entendido no s lo como cifra que permite establecer equivalencuas entre sonidos y sentidos, sino tambi n como sistema de normas que regulan las pr cticas ling sticas (p 19).

  26. Qu es una lengua estndar Ejemplo del franc s, la monarqu a, la revoluci n y el colonialismo. Codificaci n y normalizaci n: desarrollo del est ndar y de la naci n moderna. (lengua y derecho, lengua y propiedad, lengua y dinero) Sistema escolar, prensa, industria editorial.

  27. La unificacin del mercado y la dominaci n simb lica no hay que olvidar la contribuci n que la intenci n pol tica de unificaci n (visible tambi n en otros mbitos, como el del derecho) aporta a la fabricaci n de la lengua que los ling istas aceptan como un dato natural Legitimidad de la lengua oficial y configuraci n del mercado ling stico: no es una profesi n de fe directa o expl cita en todos los casos, sino que se relaciona con otras presiones o beneficios relacionados con el dominio de la lengua leg tima, con la posesi n de un capital ling stico. RETRADUCCI N de lo social en lo ling stico (el infierno de los regionalismos en Bourdieu, la inentiligibilidad jergal en Heller)

  28. Mercado,valor y competencia Mercado ideal vs, mercado real / libertad formal saussureana vs. Mercado ling stico existente. Condiciones de posibuludad: unificaci n del mercado y distribuci n desigual de posibilidades de acceso a los medios de producci n de la lengua leg tima y a los lugares deexpresi n de la misma (caducidad de los saberes, permeabilidad de la lengua). El presente nos ofrece un contexto excepcional para esto: en un momento de completa devaluaci n de las antiguas formas de la lengua leg tima, emergen nuevamente sus reflejos, formas m s o menos fetichizadas del normativismo, porque se activan otras formas de conectar la lengua y lo pol tico.

  29. Produccin y reproduccin / conocimiento y reconocimiento Son las claves que explican la din mica del campo ling stico. Hay que tener en cuenta el car cter eminentemente moderno (con todo lo que ello implica) de lo que describe Saussure: la relaci n entre mercado cultural, literario y ling stico, que funciona muy bien para la Francia del siglo XX, y probablemente tambi n para buena parte del Occidente moderno, aunque requiere adaptaciones y reformulaciones en otros contextos (como la noci n misma de lengua). El mercado ha cambiado, las tecnolog as han cambiado, es probable que tambi n la lengua est cambiando.

  30. Recapitulacin Lengua y sociedad: como subraya Heller, es la misma separaci n de los t rminos lo que funda la parte m s eficiente de su construcci n discursiva y su consecuente emplazamiento pol tico. Lo que la socioling stica viene a marcar, y la sociolog a del lenguaje a profundizar es algo que la pragm tica tambi n estaba haciendo: no se trata solamente de codificar y transmitir sentido, sino de hacer cosas con lo que se dice, en aspectos y facetas diferentes. Se produce sentido en distintos planos y se hacen cosas con l. La naturaleza pol tica del artefacto lengua adquiere otra mensurabilidad (que puede pero no debe ser necesariamente una con-mensurabilidad) y se revela atravesada por relaciones de poder en varios niveles. Econom a y pol ticas de la lengua: es necesario comprender c mo entendemos y vivimos eso que llamamos lengua de acuerdo al universo de sentido que habitamos, que es el del capitalismo y sus diversas fases y manifestaciones.

  31. Cmo sigue: foro / Unidad 2 En breve se subir una nueva propuesta para seguir leyendo. Lunes 11 y jueves 14 de mayo, vamos a trabajar con la Unidad 2, vamos a hablar de Andr s Bello, de Rufino Jos Cuervo, de la lengua y la filolog a en nuestra Am rica en el XIX.

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